Es una enfermedad crónica que se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias particularmente de los bronquios. Esto hace que se presente dificultad para respirar como sibilancias, falta de aliento, opresión en el pecho y tos.
Existen diferentes factores que condicionan el desarrollo de asma: predisposición genética, antecedentes de alergias y presentación de enfermedades virales de vías respiratorias altas.
Otros factores desencadenantes pueden ser, el ejercicio físico extenuante, las condiciones climáticas adversas, como temperaturas de congelación, alta humedad y tormentas, y algunos tipos de alimentos, y drogas. Los estados emocionales fuertes, tanto positivos como negativos, también pueden causar hiperventilación y episodios de asma.
La contaminación del aire exterior, causada por las emisiones industriales y los tubos de escape de los automóviles, también puede causar episodios de asma.
Los pacientes mas susceptibles a presentar asma son los niños, posteriormente el asma disminuye en la adolescencia y adultez temprana, y aumenta ligeramente en etapas subsecuentes.
La causa de esta enfermedad es el mal funcionamiento y la falta de tolerancia por parte del sistema inmune; las alergias ocasionan que el sistema inmune no realice la presentación de antígenos de forma correcta y por lo tanto los bronquios se inflaman obstruyendo el libre flujo de aire hacia los pulmones.
El tratamiento del asma bronquial puede ser:
La regulación de la respuesta del sistema inmune frente a los alergenos, ayudara a que el sistema inmunológico funcione correctamente, permitiendo una respiración menos forzada, y disminución de los síntomas.
Algunos inmunomodulares actúan como complemento de los tratamientos convencionales ayudando a disminuir la inflamación y por lo tanto la frecuencia y la intensidad de las crisis asmáticas.